28 de octubre de 2008

Cosa de mujeres.


La semana pasada la hormona femenina me invadió.

Mi tía acaba de ser dada de alta luego de una operación complicada, donde salió todo "bien", no quiero caer en detalles.
La operación de mi tía trajo consigo un maremoto de visitas meramente femeninas al hospital que justamente está muy cerca de mi casa. Lógicamente, estas visitas: léase mi abuela, mis otras tías, etc, han tomado mi casa como punto de descanso entre idas y venidas al hospital.

El teléfono no para de sonar, y en general son más mujeres de la familia que preguntan, cual cadena de escuela avisando que una maestra no va, el estado de mi tía. Mi tía está bien. Mi tía está bien. Mi tía está bien.

El sábado para despejarme de tanto hospital y comentarios sobre bolsas de drenaje, tuve el cumpleaños de mi amiga Carla, éramos más mujeres que varones. De hecho, el comentario de Nico Ghezzi mientras bailábamos, o algo similar, (movíamos el cuerpo al ritmo de una canción tropical), fue: "Ah, pero está lleno de minas este lugar".

Efectivamente, el bar/pool/boliche llamativamente estaba cubierto en su 75,5 por ciento de féminas despojadas de abrigo y de escotes pronunciados bailando y tomando al ritmo del perreo, luciendo entre sus dedos tragos de colores rojizos y despidiendo el aroma de diez mil marcas de perfumes distintos.

Luego de soportar tres canciones con referencia al meneo, la tanga, a lationoamérica, los bombones asesinos y el coqueteo, decidimos jugar al pool.

Mientras mis amigas comían un helado de mina, con obleas y salsita de frutilla, yo no podía ser menos y pedí el típico cocktail de mujer: el Cosmopolitan.
Ya con mi copa y su efecto sobre mi, me animé a jugar al pool. Cosa que nunca hago en general porque no sé cómo poner la mano sobre la mesa para que el palo se desplace. Pero esta vez se ve que pude, emboqué dos bolas.
Mientras festejaba mi logro veía como dos chicas se metían al baño de varones para no hacer la fila en el baño de mujeres.
Después de sacarnos dos mil fotos haciendo "caras" entre nosotras, luego de reírnos como nunca, como más nos gusta, nos fuimos del lugar a nuestras casas.
Nos abrazamos, -gracias por venir- -gracias por los regalitos- Regalitos de mujer: perfume (mi regalo), pulserita, remerita, asi, todo en diminutivo como hablamos las chicas.

Hoy vino mi abuela, sumando más femineidad a mi casa y contó las peripecias de las otras mujeres internadas en el mismo hospital que mi tía.
Mi madre está más cariñosa que de costumbre.
Mi prima me está mandando muchos mails y sms, cosa que antes no sucedía.

Empecé a ver la quinta temporada de Desperate Housewives.

Creo que estoy viviendo una sobredosis de mujer.
Los dejo que ya terminó de bajar el 5x02 de Desperate Housewives, tengo que ver si Susan vuelve con Mike o si se pone de novia definitivamente con el pintor que es un dulce.

1 comentario:

SirThomas dijo...

Menos mal que ya viste todo Sex And The City (?).

"Nos abrazamos, -gracias por venir- -gracias por los regalitos- Regalitos de mujer: perfume (mi regalo), pulserita, remerita, asi, todo en diminutivo como hablamos las chicas."

Este párrafo, muy bueno. El resto, bien bien, sí sí.

Saludos a la Tía.

Saludos Pat.